martes, 4 de septiembre de 2007

uhida del psikiatrico (anegdota)






El día estaba bastante soleado, yo y mis compañeros de pabellón, algunos de mis compañeros de terapia, estábamos sentados en los exteriores del psiquiatrico, estábamos muy aburridos, las horas pasaban mientras nos veíamos las caras, se suponía que saldríamos pronto de ese lugar, pero estábamos desesperados, ya que hacía mas de media hora se había ido la luz, en eso, una de mis amigas soltó:

-vamos a hacer algo..., yo le respondí:

-¿algo como que?

-pues... no se, ¿que te parece si nos vamos después de terapia de las 3 de la tarde y vamos al paseo orinoco?

-¿Estas loca?-le dije, poniendo cara de extrañada.

-si, ¿porque otra cosa estaría aquí?

-bueno... cierto.

-entonces... ¿lo vamos a hacer?

-entrale- dijo uno de mis compañeros de pabellón y el mayor de todos nosotros.

-pero... se les olvida algo... ¡no tenemos dinero!-dijo mi amigo de terapias favorito.

-Eso es lo que tu crees-dijo mi compañero de pabellón sacando una paca de billetes de 20.000bs cada uno.


Me quedé con los ojos como platos.

-¿de donde carriso sacas tanto dinero?

-pues... mis padres tienen una cadena de farmacias, y me mandan dinero todas la semanas

-ah...ok

-y... ¿como nos vamos?

-pues por la puerta

-me parece que te olvidas de ramón.

Ramón era el portero, no nos dejaría salir.

-ejem ejem-dijo mi compañero de pabellón mostrando su paca de billetes.


Llegaron las 3 de la tarde, estábamos bastante nerviosos, ya mi compañero de pabellón había dado 100.000 bs a Ramón para que nos dejara salir, debíamos mezclarnos con los estudiantes de medicina que salían del hospital psiquiatrico para pasar desapercibidos. Habíamos salido.


Sentía como si el sol brillara mas estando fuera de esas paredes blancas... Era tan especial, corrimos a la parada de autobús, no había pasado mucho cuando conseguimos un por-puesto, que es un carrito carcachudo y grande donde se montan varias personas apretujadas, nos montamos 11 personas, mis 5 compatriotas del psiquiatrico y 6 personas que ya estaban dentro, solo fueron 5000 bs. Al llegar al paseo, nos sentamos en unos vanquitos que estaban cerca del río, el río orinoco era como una playa sin olas, pero ese no es el caso, estábamos una vez mas viéndonos las caras, pero al menos nos veíamos las caras en un lugar diferente, ¡estábamos afuera!, pero no era tanto, después de 5 minutos pregunte:

-y...¿ahora que hacemos?-pregunte comenzando a exasperarme

-¡vamos al about center!, dijo mi adorada compañera de habitación, el about center era el único centro comercial decente de la ciudad.

-let's go- dije


Caminamos como dos cuadras antes de llegar, hablamos, nos tomamos dos refrescos cada uno, y bajamos al río, nos sentamos como unos borrachos a orillas del río, y comenzamos a hablar.

-olle loca compañera de habitación- dije con picardía- ¿porqué estas ahí en el psiquiatrico?

-hum..., mejor dame el ultimo puesto, mejor preguntale a aquel loco- dijo señalando a mi compañero de pabellón favorito.
-muy bien, lo haré, dime, porqué estas ahí- dije.
-bueno, principalmente por violencia, golpeaba cosas, una vez, sin querer, golpee a mi mamá en una rabieta, mi padre casi me deja inconsciente.
-pero... ¿que fue o que hizo que te internaran?-le dije.
-bueno, cuando recobré la conciencia, le robé el carro a mi papá y me fui a beber y a echar piques, estaba tan borracho que choqué con un poste, de ahí perdí el conocimiento y tenía serios problemas emocionales, le temía a la luz, que fue lo ultimo que vi antes de quedarme inconsciente.
-Ah, a veo- le dije- que feo.- ¿y tu compañerito de terapias?
-una palabra- dijo- drogas, me volví loco, era tan adicto que ni siquiera podía pararme al baño a masturbarme.
Hubo una carcajada general.
- ¿y tu?- le dije al compañero de habitación de mi compañero de terapias.
-el no habla- dijo mi adorada compañera de habitación.
-¿es mudo?- dije asombrada
-no, dice que no puede hablar, bueno, escribe, comienzo haciendo un voto de silencio hasta que pudiera comportarse, y como nunca lo logró se traumó, y dice que olvido como hablar.
-eso es feo.- dije.
-lo se- escribió en una pequeña libretita que sacó de su bolsillo.
-Ahora te toca a ti, ya todos han hablado- le dije a mi adorada compañera de habitación.
-bueno, pero... no se rían- dijo comenzando a ruborizarse- soy... adicta al...
-¿al que mujer?- dijo mi compañero de terapia
-soy adicta al sexo.
Todos se carcajearon hasta decir basta.
-no en serio- repitió
Todos se quedaron boquiabiertos.
- ¿y tu mari?- me dijo.
- bueno, yo no tengo problemas tan fuertes, soy suicida.
-ohh... pensé que los suicidas estaban en el pabellón de máxima seguridad con los bazos atados.
-pues, estuve ahí, y fue horrible, casi me vuelvo loca
- me imagino.
Nos quedamos en el río hasta el amanecer, afortunadamente, niguno estaba en el pabellón de máxima seguridad, así que no notaron nuestra ausencia, nos metimos al psiquiatrico con los estudiantes, desde ahí ramón se hizo nuestro mejor amigo, y nos dejaba salir siempre y cuando le lleváramos algo al regresar, ya llevamos dos años de haber salido del psiquiatrico, claro que seguimos asistiendo a terapia los viernes, y juntándonos para ir al paseo, solo que ahora bebemos alcohol, ninguno es adicto todavía, no queremos unirnos a los de AA porque todos se ven muy estirados, pero falta poco para que mi compañero de pabellón se vuelva, no somos felices, pero no nos quejamos, todos hemos superado los problemas descritos aquí, pero estamos locos, siempre seremos conflictivos, pero hemos logrado desahogarnos, yo escribiendo mi ex-compañera dibuja, mi compañero de pabellón toca el violín, el de terapia juega fútbol... y estamos orgullosos de ser locos. Han pasado algunos años mas desde la última vez que estuvimos todos juntos, de hecho, al único que he vuelto a ver es a mi ex-compañero de pabellon, a mi ex-compañera de habitación jamás la volví a ver, y debo decir que en cierto modo la extraño, me ayudo mucho u__u yo por mi parte he superado muchas cosas, incluidas las decepciones amorosas, pero debo confesar que aunque esta escapada ocurrió cuando tenía 14, y ahora tengo 17, sigo asistiendo con regularidad a mis terapias de grupo, aún sana (o medianamente sana) supongo que me sigo aferrando a esta clase de cosas, al pasado, tal vez es que tengo miedo de mirar al futuro de una vez por todas, y a veces pienso que al acabarse definitivamente esto, no le quedará nada interesante a mi vida. Aunque la vida me ha dado altibajos (mas bajos que altis), no me niego a la posibilidad de ser feliz, no lo hagas tu tampoco!. :) be happy